Cómo proteger tu equipo durante la temporada de frío
Los meses fríos y húmedos ponen a prueba cada detalle de tu equipo.
Ya seas ciclista, esquiador o motociclista, el invierno es la temporada en la que tu equipo demuestra de qué está hecho realmente.
Aquí tienes cómo mantenerlo funcionando y luciendo de la mejor manera posible.


Limpia con inteligencia, no solo con frecuencia
La sal, el barro y la suciedad de la carretera pueden desgastar los componentes silenciosamente.
Un lavado suave con agua tibia y un limpiador neutro para bicicletas después de cada salida evita la corrosión sin dañar la pintura ni los adhesivos.
Evita los chorros de alta presión cerca de rodamientos y juntas:
la precisión siempre gana sobre la fuerza.
Mantén la humedad donde debe estar: afuera.
Guarda tu bicicleta o equipo en un lugar seco y ventilado, y nunca lo cubras con plástico después de una salida húmeda.
Si usas rodillos o entrenadores indoor, limpia el cuadro y el manillar con regularidad:
el sudor y la humedad pueden corroer más rápido que la lluvia.
La condensación es un clásico del invierno.
Elige materiales que resistan, no que se deterioren
Busca componentes y accesorios diseñados para bajas temperaturas y humedad.
Las pegatinas, por ejemplo, deberían estar hechas de vinilo elevado de 0,9 mm:
lo suficientemente flexible para adherirse perfectamente y lo bastante resistente para soportar la luz UV, la lluvia y los ciclos de lavado durante años.
El invierno es la temporada en la que los materiales de calidad marcan la diferencia.
Lubricación: un pequeño ritual que evita grandes reparaciones
El aire frío espesa el aceite y la grasa, lo que puede ralentizar los cambios y el pedaleo.
Usa lubricantes específicos para invierno en la cadena y los puntos de giro.
Es un pequeño esfuerzo que previene el óxido, el ruido y el desgaste prematuro:
el tipo de mantenimiento que recompensa de manera silenciosa.
Revisiones rutinarias para mayor tranquilidad
Antes de cada salida, dedica un par de minutos a revisar frenos, neumáticos y luces.
No es paranoia, es cuidado.
Las rutas de invierno no perdonan errores, y el detalle más pequeño puede marcar la mayor diferencia.
Un equipo bien mantenido te da la libertad de rodar con confianza.
Mantén tu equipo preparado para el invierno y deja que cada detalle refleje al ciclista que eres.
¡Hazlo tuyo!
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